¿Qué es una máscara facial?
Una máscara facial es una mascarilla cremosa que se aplica para limpiar, suavizar o alisar la cara. A menudo contiene minerales, vitaminas y/o extractos de frutas, como la calabaza o pepino. Hay diferentes tipos de mascarillas para diferentes fines; algunas sirven para limpiar profundamente los poros, otras hidratan la piel. Sin duda la sensación de un tratamiento con máscara facial puede ser revitalizante, rejuvenecedora o refrescante. Son muy utilizadas por las mujeres de todo el mundo, aunque cada vez más hombres están animándose a usarlas.
Antes de aplicar cualquier mascarilla, es necesario conocer nuestro tipo de piel. Podemos identificar nuestro tipo de piel al ver cómo suele reaccionar con el tiempo. Puede ser que tengamos una piel seca y tirante, o por el contrario, una piel grasa y con tendencia al acné.
Una vez que ya tengamos claro el tipo de piel que poseemos, es hora de elegir el tipo de máscara a utilizar. Si tenemos la piel seca, deberíamos usar una máscara que hidrate y suavice y si por el contrario nuestra piel es grasosa, podemos elegir una máscara que extraiga el exceso de aceite.
Las máscaras también se pueden usar en el cuello, los hombros y los brazos. Estas áreas se exponen constantemente al estrés cotidiano del ambiente y también necesitan mimos, por esta razón, las máscaras son perfectas para devolverles el brillo.
Una vez que hemos aplicado la máscara, tenemos que tomarnos nuestro tiempo para sentarnos y relajarnos. Hay que tratar de no usar músculos faciales, evitar reír o comer, y esperar el tiempo suficiente para que seque y pueda quitar las impurezas de nuestra piel.
Existen unos tipos de máscaras que tienen propiedades anti-aging o anti-envejecimiento. Poseen diversas propiedades tales como vitaminas, algas, o minerales, que sirven para animar y devolverle el brillo a la piel.
Tipos de máscaras faciales
Hidratantes: Las máscaras hidratantes restauran el equilibrio de aceite natural a su piel. Son las más recomendadas para la gente con piel seca.
Arcilla o barro: Son las más adecuadas para la piel grasa. Se secan en un corto período de tiempo y se consideran una máscara desintoxicante. Pueden abrir los poros y eliminar los puntos negros. Además absorben el exceso de grasa en la piel, que se sabe que causa espinillas y acné. Luego de que la máscara se seca, hay que secar y enjuagar con agua fría, frotando suavemente para removerla. Al finalizar, la piel estará libre de suciedad y de exceso de aceite, además, la circulación también mejorará.
Máscaras de peel-off o peeling: Son generalmente hechas a base de gel y utilizadas para suavizar y aclarar la piel cerrando poros abiertos. Cuando se seca, se puede despegar de la cara. También eliminan los puntos negros, y son exfoliantes. Hay que tener en cuenta que algunos tipos de máscaras tienden a tirar y remover el vello facial.
Reafirmantes: Por lo general están hechas a
base de gel o crema. Como su nombre lo indica, reafirman y tensan la superficie de la piel. Se aplican mediante masajes en los contornos de la cara donde la elasticidad se pierde. Son utilizadas generalmente como máscaras anti-arrugas al devolverle su firmeza a la piel.
Caseras: Se pueden hacer con ingredientes simples como la miel, clara de huevo, leche, frutas y verduras y hierbas. Cada uno de los ingredientes ofrecen algún tipo de beneficio para la piel. Por ejemplo, los huevos ofrecen propiedades anti-oxidantes, mientras que la miel es un gran hidratante y suavizante. El limón puede blanquear y tensar la piel. La leche o la leche descremada sirven también como buenos suavizantes. Las propiedades de los ingredientes naturales y aceites esenciales y hierbas son infinitas cuando se aplican al cuidado de la piel.
La miel es un gran hidratante y suavizante, mientras que el limón puede blanquear y tensar la piel |
Algunos tipos de mascarillas caseras:
Miel: Abrir los poros acariciando el rostro con un paño húmedo y tibio. Luego aplicar la miel en una capa fina y dejar actuar durante 15 minutos. Enjuague con agua tibia y terminar con un chorrito de agua fría para cerrar los poros. La miel es naturalmente antibacterial y un exfoliante maravilloso, por lo que es la máscara perfecta para las personas con acné.
Huevo: Se pueden usar las yemas o las claras. Si se utiliza la clara de huevo, batir con un tenedor hasta que quede espumoso, y aplicar. Sólo tienes que dejar en la cara hasta que se seque y enjuagar con agua tibia. Para la máscara de yema de huevo, extienda la yema en la cara, deje secar durante 30 minutos y luego enjuague con agua tibia. Las máscaras de la yema de huevo son excelentes para la hidratación de la piel seca, mientras que las claras son un excelente remedio para la piel grasa.
Banana y avena: Simplemente tritura una banana (o plátano) entera, añade una cantidad suficiente de avena para hacer una pasta, y aplícaselo a tu cara durante 15 minutos, después, enjuagar con agua tibia. La avena actúa como exfoliante mientras que la banana suaviza e hidrata la piel.
Aguacate o palta: . Mezcle la mitad de un aguacate o palta con una cucharadita de miel y una cucharadita de yogurt griego hasta que quede suave, aplicar en el rostro y dejar actuar durante 15-20 minutos. Luego enjuagar con agua tibia e hidratar. Son las grasas saludables en la palta, que contribuyen a dejar su piel flexible, por lo que es adecuado para cualquier persona con piel seca.
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