El estrés es la respuesta de nuestro cuerpo a los cambios. Solemos reaccionar ante el estrés físico, tales como condiciones de extremo frío y calor, y ante las emociones extremas, tales como la pérdida de un trabajo o de un ser querido. El estrés no es simplemente una respuesta emocional, es una respuesta psicológica. Cuando enviamos una señal de estrés al cuerpo, se liberan hormonas causando una desaceleración en la digestión, un aumento en los niveles de azúcar en la sangre y también de los latidos del corazón, lo que hace que se envíe mas sangre a los músculos aumentando la energía y poniendonos en un estado de alerta. Esta es una función importante cuando enfrentamos situaciones de peligro que requieren que actuemos con rapidez.
Estas mismas hormonas, sin embargo, se desgastan gradualmente si el cuerpo las requiere con mucha frecuencia. La acumulación de estrés cotidiano pone una tensión extra en el cuerpo y en última instancia puede conducir a síntomas tales como problemas de estómago, la susceptibilidad ante los resfriados e infecciones y a la exacerbación de las enfermedades inflamatorias y trastornos en el sistema de inmunidad.
Los síntomas de estrés
Es fácil mantener un equilibrio saludable cuando las cosas están a nuestro favor. Sin embargo, cuando las condiciones se tornan difíciles, sin darnos cuenta dejamos que el estrés cause estragos en nuestro cuerpo. Hay algunos síntomas que podemos notar para así detectar el ataque de estrés y traernos de vuelta a un estado más consciente y pacífico de nuestra mente. Los síntomas de estrés incluyen la ansiedad crónica y depresión, comportamiento irracional, mal genio, pérdida de apetito, comer de forma compulsiva, dolor muscular, dolores de cabeza, falta de concentración, fatiga, alteraciones del sueño, problemas de la piel y malestares estomacales. Es importante controlar estos síntomas para evitar complicaciones de salud más graves.
Cómo afecta el estrés a nuestro cuerpo
Los niveles de hormonas de una mujer fluctúan durante la pubertad, el embarazo, la menopausia y su ciclo menstrual. Estos cambios hormonales hacen que las mujeres sean especialmente vulnerables al estrés y a sus síntomas. Es sabido que el estrés suele causar que el sangrado menstrual sea abundante como así también la falta de sangrado, endometriosis y problemas de fertilidad.
Las enfermedades cardíacas suelen cobrarse la vida de muchísimas personas y también son la consecuencia más frecuente de estrés. El estrés hace que la presión arterial se incremente, lo que obliga al corazón a trabajar el doble aumentando el riesgo de derrames cerebrales, ataques al corazón, insuficiencia renal y diabetes. Un estudio canadiense publicado en el Diario de la Asociación Médica de Estados Unidos indica que los sobrevivientes de ataques cardíacos causados por el estrés crónico suelen ser más propensos a tener un segundo ataque al corazón, morir de enfermedades del corazón o ser hospitalizados por dolores en el pecho.
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| El estrés también puede causar dolores de espalda, insomnio, aumento y pérdida de peso, calambres de estómago e hinchazón y la pérdida del deseo sexual. |
Cómo manejar el estrés
El estrés puede ser aliviado con el consumo de una dieta balanceada baja en grasas y alta en carbohidratos. La cafeína tiende a agravar el estrés, por lo que se debe consumir con moderación. El ejercicio y la relajación también son componentes importantes. Disfruta de todo lo que te ayude a sentirse a gusto, ya sea una clase de yoga, 10 minutos de meditación o simplemente respirar profundamente varias veces al día.
Puedes encontrar algunos tips extra para manejar el estrés en nuestro artículo que trata sobre cómo hacerte la vida más fácil, Seguramente te interese.
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